Por eso Carmen nos ha propuesto este mes en el reto de Las Recetas de Tía Alia dos recetas que no podían ser más facilonas, baratas y sonrientes... sí, sonrientes... recetas que te dejan con una sonrisa en la boca, vaya.
Yo este mes me he vuelto a volver loca... que lo mío creo que ya no tiene remedio, lo mío es la complicación porque sí... porque una puede y como me dice siempre mi padre a mí me va la juerga... conclusión, ejem... me he colado con la receta!!!
A ver... empecemos por el principio... erase una vez Carmen nos envío con un montón de tiempo de antelación dos recetas, para que optáramos por la dulce o por la salada... hasta ahí todo bien. Recetas sencillotas, con ingredientes de todos los días y pensando ya en comidas al aire libre, picnics, barbacoas etc... vaya, comer con los dedos. También conforme.
Bien, ahora interviene el elemento personal y es donde se tuerce el invento.... ¡¡tenía que elegir que receta hacer!! Total, que como ya llevaba dos meses participando con la receta salada me lancé por la dulce... ummm un postre helado!! Y aquí una que como dice mi padre le va la juerga... se puso a hacer el postre sin leer la receta, el procedimiento ni los ingredientes... Manos a los papos todos, por favor... y repetir conmigo: ¿¿¿¿¿¿¿PORQUÉ???????
Ejem... aquí volvemos a esos flashbacks que os hago siempre,... aunque hoy a cámara rápida... mi abuela criada en un colegio para señoritas muy finas francés sabía todo lo que hay que saber sobre cómo sacarle partido a la vida, a los restos y a los apuros culinarios... con lo que llegado el caso y en ausencia de postre siempre nos preparaba algo así como un biscuit glacé de vainilla... que ni era biscuit ni sabía a vainilla... todo hay que decirlo... y cuyo sistema era montar nata y congelarla... ummm de verdad no sabéis qué rico!! Todo el día arrastrando los patines de Fisher Price que ha llevado toda la humanidad, hechos expresamente para que los padres estuvieran seguros de que los hijos no iban a perder algún miembro patinando porque esos chismes hacían de todo menos rodar... y más en el jardín de mi abuela que era de piedra irregular!!, así que cuando la buena mujer nos veía sudar tinta de calamar jardín arriba, jardín abajo sacaba el biscuit como lo llamaba ella y pasábamos a la fase cantar de la tarde (de eso os hablaré en otro post).
Nota: sólo he encontrado otro "biscuit" que se parezca algo al que hacía mi abuela... y es esa nata montada congelada que venden y que me hacen dudar del postre "casero" de mi abuela....
Así que, (y saliendo ya de mi flashback) cuando leí en el blog de Carmen eso de montar nata y congelarla... pues ejem... ¡¡yo hice un biscuit glacé!! Por favor, no me preguntéis porqué... que sí, que a veces se me va la cabeza... conclusión... os dejo la receta de Tía Alia y a continuación foto de lo que yo hice... a ver si encontráis las 10 diferencias....
Evidentes ¿verdad?.... lo que tiene más delito es que el postre (que ya os pondré receta otro día porque quedó precioso y riquísimo) lo hice a principios de mes como una champion... y cuando fui a revisar de nuevo la receta de Tía Alia para mandarle mi participación a Carmen... ¡¡¡tachán!! ¡¡¡NO ERA LA MISMA RECETA EN ABSOLUTO!!!
Conclusión... he hecho de nuevo la receta salada.
La hice un día de estos de "entresemana" en plan guarnición de un pescado... y nos gustó mucho. Muy curiosa la preparación, uno pensará ¡¡madre mía!! Patata sobre patata, y sí, eso es... pero cuando hablé con mi padre ese día y le comenté lo que iba a hacer me dijo... "si claro, eso es comida de post-guerra" ¿?¿?¿?¿¿? Cara de poker... ¿comida de qué?
Reconozco que yo ya soy de una generación en que las "batallitas" de los abuelos que empiezan con "y cuando llegó la guerra" no son para mí más que eso, batallitas. Reconozco que todos hemos estudiado la Guerra Civil, hemos vivido en nuestras casas los recuerdos de aquellos que la vivieron, y en mi caso (que me encanta la historia) leo, veo y escucho todo lo que puedo.
Sin embargo cuando escucho, como he escuchado otras veces relatos de lo que se comía durante la guerra y los muchos años de post-guerra vividos a continuación puedo hacerme un poquito más de idea... un poquito nada más, porque yo he crecido en un momento en que no sólo tenemos de todo, sino como dice mi abuelo demasiado de todo... comemos piña todo el año, y ya no hablo de la carne y el pescado que hace escasos 50 años sólo se disfrutaba con contidianidad cuando se vivía en la costa, o en la montaña... las verduras que ya son de todas las temporadas... las frutas que se producen todo el año... pufff, y qué decir de ingredientes que consumimos sin pensar en ellos como el azúcar, la sal o la harina, las patatas o ¡¡incluso el aceite!!.
El otro día, admito que cuando mi padre me dijo lo de la receta me pasé durante toda su preparación pensando en lo poco conscientes que somos a veces... en cómo damos las cosas por hecho, en cómo vivimos con el frigorífico lleno y aún así toda la comida que acaba en la basura... ¡¡y el hambre que hay!!.
Esa es una de esas frases con las que si viví toda mi infancia... os he hablado más veces de mi "intolerancia" personal a la comida... más que intolerancia terquedad... y esa siempre era la frase por excelencia "niña cometelo todo que hay millones de niños que ya quisieran..." con lo que pasados unos años, pues la historia ya no llega... estamos tan acostumbrados a ver hambre, pobreza y carestía que creo que ni nos inmutamos.
Y tampoco eso puede ser. Entiendo que yo no soy quién para "adoctrinar" a nadie, que hoy vivimos un momento en que precisamente somos mucho más conscientes de todo, y sé que todos hacemos en la medida de nuestras posibilidades... aún así, esta receta me ha hecho pensar mucho, y quería contaros.
Pensad, como me explicó mi padre... que una receta de estas, en las cantidades que pongo cunde una barbaridad... un par de emparedados y ya has cenado, más si lo acompañas con una salsita, que si creo que le viene muy bien.
La mía, aunque sé que fotogénicamente hablando no pegaba en absoluto... era una salsa pepitoria que había hecho previamente para un pollo... y que me encanta emplear después para acompañar una tortilla de patata, unas verduras o incluso un arroz.
Pues ea, que ya me he enrollado muchísimo, os dejo con la receta... que en serio tenéis que probar, merece mucho la pena.
Receta de emparedados de patata
Ingredientes para 6 personas (de guarnición comiendo un par de emparedados por persona):
- 4 patatas medianas cocidas
- 2 patatas grandes en rodajas de medio centímetro de grosor
- 3 lonchas de baicon en tiritas... o una cajita de esas en que ya viene picado
- 1 cebolla picada muy pequeño
- 1/2 diente de ajo triturado
- 1 cucharada de mantequilla
- 1/2 vaso de leche
- Aceite de oliva
- 2 huevos
- 1/2 taza de harina
- Sal y pimienta
Modo de hacerlo:
*En realidad la receta se hace en tres fases:
1º un puré de patatas que será el relleno del emparedado
2º las rodajas que harán de paredes del emparedado
3º Rebozar y freir estos dos anteriores ya en "bocadillo"
Así:
1º. Preparamos el puré,
- para ello por un lado cocemos las patatas que luego pasamos por pasapuré.
- mientras sofreímos la cebolla en una cazuela con un poco de aceite, hasta que esté transparente. A medio cocinar añadimos el medio diente de ajo y el baicon picado, y dejamos que se termine de hacer todo.
- Mezclamos las patatas trituradas con la cucharada de mantequilla y el medio vaso de leche (vamos un puré normal y corriente como el que hagas en tu casa), sazonamos y por último añadimos la mezcla de cebolla, ajo y baicon.
Primer paso resuelto.
2º Las rodajas de patata,
- yo las freí en lo que se cocian las patatas del puré, de forma que a la hora de hacer los emparedados estuvieran frias y completamente libres de aceite.
- Así corte primero las rodajas, un poco más gorditas que para tortilla de patata, pero no tanto como para patatas fritas.
- Y cuidamos de que queden todas más o menos del mismo tamaño y en número par... para que luego casen entre sí y haya suficientes emparedados.
- Y sin más ciencia las freimos en abundante aceite caliente.
- Las sacamos cuando estén doradas a una servilleta de papel para que escurra todo el aceite y reservamos.
Listo.
3º Montaje,
- Con el puré y las patatas fritas montamos los emparedados, rellenando las patatas en rodajas con una cucharita de mezcla, colocamos otra rodaja encima y presionamos para que se extienda el relleno.
- A continuación pasamos el bocadito primero por harina y a continuación por huevo batido ligeramente sazonado con sal y pimienta.
- Y por último freimos en abundante aceite caliente.
- Sacamos a un papel absorvente y servimos calentitos con una salsa... o... ejem... al día siguiente yo merendé los que sobraban frios con un poco de mayonesa (ya sé... gocha total) ¡¡pero qué ricos!!
Y c´est fini!!
Un poquito laboriosa es... pero nada complicada, como habréis visto, además se hace de tirón... en lo que haces una cosa se cocinan las demás...
Y con esto me despido, espero que os haya gustado la receta, que la probéis, y que me digáis qué os ha parecido... a mí me ha encantado finalmente haberme equivocado al hacer el biscuit porque he podido descubrir esta receta salada que merece mucho la pena.
Y me ha encantado volver a participar en el reto de Carmen... el mes que viene... pufff....ya no hago previsiones sobre el mes que viene.
Bueno chicos, feliz última semana de mayo, yo viviendo mis últimas horas en la veintena a medias sonriendo a medias sorbiéndome los mocos...uuummm sólo espero que la próxima década sea si cabe la mitad de increíble que mi veintena... con sus cosas buenas y malas, por supuesto... pero como dice Ivana Trump... "no os quedéis con las ganas... ¡¡quedaos con todo!!" y ese va a ser mi mantra para los 30...
Un abrazo enorme, Luz.
pero que ricos! esta vez me fui por la propuesta dulce pero esto tengo que probarlo, me gusta tu blog y me quedo por aqui, besitos
ResponderEliminarPues muy bienvenida Viví!!! Yo como verás también pensaba hacer la dulce, pero... ejem... ya sabemos todos qué paso... a ver si el mes que viene me aclaro.
EliminarUn besazo enorme, Luz.
He conocido tu blog a través del este reto y me encanta. Me quedo como seguidora para no perderme nada de lo que hagas y de paso te invito a que conozcas mi blog a ver que te parece.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.
Deborah, bienvenida!!
EliminarMe alegro de que te guste el blog, y de tenerte como seguidora... también he aprovechado para asomarme al tuyo ¡¡y me encantan tus recetas!! Puff... todo sea que empieces a ver alguna por aquí, yo aviso.
Mucho ánimo para tí y tu familia y espero que tu padre pronto se restablezca, entre tanto te mando un beso enorme desde Madrid.
Luz.
Pues mira gracias a la confusión nos hacemos con una receta dulce más, nosotras nos decantamos por la muselina versionada.
ResponderEliminarLos emparedados qué buenos se ven en esas fotos, uff, genial, Luz.
besos
Chicas,... propongo un cambio, alguno de mis emparedados por TODAS vuestras cañas... por favor, qué rico!! Ya me quedé con el cuento el otro día de los cannoli, que me muero por hacer en casa, pero aún ando a la caza de las placas de wonton.
EliminarAdemás pronto pondré la receta del biscuit pero ando esperando a que lleguen los calores... que a este paso ¡¡nos pillan en septiembre!!
Mil besos y mil gracias por el comentario, Luz.
Esa tarta se ve de lujo!!! y los emparedados también
ResponderEliminaryo sí he escuchado muchas batallitas de preguerra y postguerra de mi bisabuela, y eso que ella fue una privilegiada de casa pija.
besos!
A ver... para ser honestos, en mi casa gracias a Dios tampoco se pasaron muchas privaciones... aunque supongo que siendo la postguerra privaciones habría muchas... La gracia fue la reacción automática de mi padre, y el pensar una vez probado el plato que tenía razón... un par de esos emparedados y de privaciones nada!!
EliminarMil besos, Luz.
Que buena y fresquita debe de estar esa tarta. Besos.
ResponderEliminarMil gracias Oscar... para pinta la de tus propios bocaditos de patata... ¡¡una maravilla!!
EliminarYa publicaré la tarta a ver qué te parece.
Un besazo enorme, Luz.
Ay, por favor, que me parto de la risa contigo. Recuerdo que en reto anterior tuviste el tema revuelto con tu hermana y sus gustos. Y ahora nos traes esta historia de reveses enrevesados que no tienen ni pies ni cabeza, según tú.
ResponderEliminarPues yo te digo una cosa, que en aspecto, tu muselina no tiene nada de fresa, a no ser por las propias fresas que la decoran, pero te ha quedado de cine, así que la inspiración de tu abuela con ese toque fino francés lo tienes más que logrado y la abuela te inspiró pero bien.
Y mira por donde tienes el reto doblemente superado porque has hecho un dos por uno, y con esos emparedados con tan buen aspecto como se ven. Imagino que para la ocasión sí que te leerías las intrucciones bien desde el principio, je je je.
Un beso.
Jejeje... pues si Yolanda... si te digo, me imprimí, aquí en el trabajo la receta a tamaño folio completo, vaya... no sabes que risa en la oficina con los emparedados, nadie se lo creía, total que hoy enseñando la foto a todo el que pasaba...ja!!
EliminarY si,... mi abuela el rollo "vamos a ponerle un lazo que así resulta mejor" lo tiene maxi dominado.. a la fuerza ahorcan como ella dice... y de tal palo tal astilla... ¡¡faltaba más!!
En cualquier caso a ver si el mes que viene puedo lanzarme de lleno con el reto dulce... la verdad es que las recetas dulces permiten al final menos licencias, ¿verdad? Hay que ser super minucioso con los ingredientes, los pasos etc... y chica, hay veces que una tiene la cabeza en todas partes menos en su sitio.
Mil gracias por pasarte y por el comentario Yolanda.
Un besazo enorme, Luz.
Luz, me parto contigo, tus historias y tus despistes. Eres genial!
ResponderEliminarMe encanta cómo te han quedado los emparedados y no sabes cómo me alegra que decidieras cambiar de tercio (fuera por la razón que fuera...que en este caso es bien evidente, jajaja). porque esos bocaditos en salsa son una aportación excelente al reto.
Gracias por participar un mes más y...¿hasta el próximo?
P.D. Seguro que son sólo 10 diferencias? A mi me salen más...jejeje
Jejeje... ¡¡pues claro que hay más diferencias!! Pero tampoco era plan de quedar de lerda total, no??? jejeje...
EliminarUmmm... finalmente ya te digo que ambas me han chiflado, mi reto dulce y tu receta salada, jejeje... ambas geniales.
Y por supuesto que hasta el próximo, a ver si por fin atino.
Un besazo enorme, Luz.
Tus recetas siempre llevan un plus, yo es que me parto, me encantan tus recetas!
ResponderEliminarBesazos
Mil gracias Nuria... me alegro muchísimo de que te gusten!! Un besazo enorme, Luz.
EliminarNo cabe duda de que el postre estaría buenísimo, pero la verdad es que la salsa me ha parecido ideal para acompañar los emparedados de patata. Una versión estupenda del reto de Tía Alia.
ResponderEliminarBesos,
Muchísimas gracias Suny, ¡¡y bienvenida al blog!!
EliminarLa verdad es que la salsa fue inspiración de última hora, y le iban estupendamente, la verdad.
Me alegro de que te hayan gustado.
Un besazo enorme, Luz.
Qué bueno! me parto contigo y mientras tanto me quedo a la espera a que nos pongas la receta de ese postre que desde luego tiene una pinta más que apetecible :D
ResponderEliminarGeniales esos emparedados. Besos
Mil gracias Beatriz!!
ResponderEliminarSi, el Biscuit lo pondré pronto, como digo a la espera del buen tiempo...¡¡que no llega!!
Por ahora los emparedados en casa fueron un éxito, idea super lucida y a la vez socorrida en caso de picoteos o aperitivos de emergencia (vaya, en plan nevera vacía).
Un besazo enorme, Luz.
Pues esa tarta está preciosa de bonita. Los emparedados se ven deliciosos
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias Beatriz... a ver si la publico pronto, no esperaba que gustara tanto, la verdad.
EliminarMil gracias por tu comentario, un besazo, Luz.
Esos emparedados te quedaron deliciosos!! y para rematar esa preciosa tarta!! reto superado!! Besitos,
ResponderEliminarMuchas gracias Joaquina, jejeje... no sé si yo he superado el reto o si el reto me ha superado a mi, jejeje...
EliminarUn besazo, Luz.
Que punto lo de la salsita, deliciosos seguro los emparedados !!!!
ResponderEliminarYo también me decanté por ellos.
Saludos
Ya he visto los tuyos Kris... muy ricos también!! Yo tampoco me quedé con el relleno de jamón y lo tunee un poquito, pero también eso tiene su gracias... el que cada uno le aporte algo distinto a la misma receta, ¿no?
EliminarUn besazo, Luz.
Me encanta lo de la salsa, yo las suelo guardar para utilizarlas en unas patatas guisadas o en cualquier cosa que se me antoje. Perfecta la entrada y la receta.
ResponderEliminarBesoos
Mil gracias... si, lo de la salsa también lo hago. Además el pollo en pepitoria es otro imprescindible de mi cocina, nos encanta!! Y siempre procuro preparar salsita de más para que luego tengamos para tortilla en salsa, arroz incluso de salsa de pasta. Un lujazo.
EliminarMil gracias por tu comentario, un besazo, Luz.
Jejejeeee ;)
ResponderEliminarYo opté por la salada y que ricaaaa, me ha encantado!! Te ha quedado estupenda!!
Un abrazo!!
Ay Raúl, ya he visto tu receta ¡¡qué pinta!! Los tuyos más rubios y los míos tremendamente morenos, jejeje...
EliminarPor lo demás ha merecido mucho la pena esta receta, ¿verdad? Al principio me decanté por la dulce por lo de patata más patata más patata... pensé que no nos gustaría...¡¡y al revés!! En casa ya me han preguntado que cuando voy a hacer las patatas esas rebozadas, jejeje...
Un besazo, Luz.
A mi me tocaron los 30 el año pasado y como duelen! jeje. A mi no me dio para merendar! Qué ricos con la salsita. Un besiño.
ResponderEliminarMil gracias Evelyn!! Pues te diré ya desde los 30, jejeje... que en mi caso he pasado la transición muy muy contenta... esperemos que dure, ¿verdad?.
EliminarMil gracias por el comentario y bienvenida al blog.
Mil besos, Luz.
Tienes toda la razón en la reflexión que has hecho sobre la comida. Y más ahora, que ya no es un problema de abuelos, sino que lo tenemos muy presente.
ResponderEliminarTengo que confesar que yo esta vez me he ido por la opción dulce (raro en mí), pero es que me parecía muy raro lo de patata rellena de patata. Aún así, me está encantando ver como habéis mejorado la receta. Un beso.
Ay Cósima... y yo con tu comentario ahí colgando... me alegro de que te gustara mi elección de reto... la verdad es que estas recetas viejunas tienen su aquel... es cierto que hoy en día no las consumimos ni valoramos en su justa medida... lo que por otra parte veo razonable... nosotros también nos alimentamos por motivos y situaciones que seguro que en el futuro nuestros hijos no entenderán... tranquila... los blogs se encargarán de contarles cómo y porqué, jejeje...
EliminarUn besazo, Luz.
Mil gracias, tomé tu idea del puré de papa para rellenar y hacer tortitas de calabaza, zanahoria, chayote o plátano macho; que acá en la Ciudad de México se da mucho. Saludos a todos.
ResponderEliminar¿Qué es el chayote Mireya? Ahora me he quedado con la duda, jejeje... me alegro de que te sirviera... a ver si publico otra receta,... la del puré de mi hermana Almu que es para morirse muerta de lo rico que está... pero me encanta tu idea de tortitas vegetales... ¿quedan como quesadillas? Ya tengo que probar... Mil besos, Luz.
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