¡¡Hola a todos!! Ya mitad de semana... semana de lluvia, frío y abrigo... semana de las que me gusta merendar... un café con leche calentito y un antojo dulce... eso que los americanos llaman (en lo que mi opinión es un término un poco cursi) un sweet treat... pues eso, un antojo pequeño, jejeje... nada de un croissant, de una chocolatina o de un sandwich mixto, no... un sweet treat son estas palmeritas... lo que en España las re-cursis llaman "una porción simbólica", jejeje... un quiero y no me aguanto, ¡¡pero esto no cuenta!! jejeje... eso.
También es cierto que yo de estas palmeritas puedo empezar a comer una y no parar!! jejeje... con lo que para mí sigue siendo una merienda, jejeje...
Curiosamente este invierno mi mejor amiga, Leti, que vive a dos manzanas de mi trabajo está teniendo que hacer reposo, con lo que casi todas las semanas voy a merendar a su casa... ¡¡nos encanta merendar!!. Por desgracia mucha gente asocia las meriendas o bien con los bocadillos infantiles o bien con las tertulias ancianiles al cobijo de un café y un brioche... pero ¡¡nada de eso!! Con la cantidad de sitios chulos que proliferan últimamente, las salidas tardías de los trabajos y el hambre canina con la que una pisa la calle tras 10 horas pegada a una mesa... pues en fin... ¡¡se impone una merienda!!
Leti siempre tiene en su casa tropecientos antojos de estos... sino son mikados, son frutos secos, sino alguna caja de pastas u hojaldres o directamente unas palmeritas... todo te lo pone en un plato junto con las tazas variadas de la guerra de las galaxias (vivimos ambas subyugadas por el infierno friki) y una selección variopinta de infusiones y tisanas que nos encanta... ¡¡y para qué quieres más!! hasta que su familia nos saca de la cocina porque es la hora de cenar, jejeje...
La verdad es que disfrutamos un montón nuestras meriendas, y recordando estas y viendo los días tan grises y feos que hace os animo a prepararlas y a llevarlas a casa de algún familiar o amigo y pasar la tarde dándoos un capricho, jejeje...
Os contaré que para mí ha sido un triunfo supremo el poder publicar estas palmeritas... ¿porqué?... ¿no os ha pasado nunca con una cosa que todo el mundo hace... TODO EL MUNDO... que nadie, nunca jamás tiene ningún problema en hacer y le sale fenomenal... TÚ SIEMPRE LA FATIDIAS?
Ejem... me confesaré yo primero: No soy capaz... NUNCA de pintarme bien las uñas... SIEMPRE me salgo, se me rayan o me quedan churretes; soy incapaz de manejarme con la tecnología SIEMPRE me pasan las cosas más idiotas del mundo... desde perderme las contraseñas, pasando por no saber configurar nada hasta tener que gritarle a mi hermana que el ordenador se ha roto y es sólo que se le ha acabado la batería; soy incapaz de dar bien una dirección cuando me preguntan por la calle... y ejem... me preguntan bastante, y siempre acabo liando más al personal... ; y... hasta este mes de septiembre era incapaz de hacer palmeritas de hojaldre... sip, esas que hacen los niños para llevar al cole, sí... esa receta que me han dado TODAS mis amigas... ¡¡QUE NO COCINAN!!, sí, ya sé que es sólo enrollar.... sí... ¡¡SÉ HACER HOJALDRE CASERO, CROISSANTS Y SI ME APURAS UNA ENSAIMADA!! pero era inútil haciendo palmeritas....
Por eso de que una tiene que poder... y poder con todo... yo me empeñaba y empeñaba... probé infinidad de recetas (obviamente muy parecidas) y nada de nada... todas informes, no se abrían, salían raras y sin remedio..... probé a hacerlas en versión salada, tampoco. Probé en horno de gas y en eléctrico... con distintas marcas comerciales... ¡¡¡de todo!!! Y hasta Almu que es una santa y me aguanta todo y más me pidió que cejara...
Total, que abandoné... las borré de mi cabeza y no volví a pensar en hacerlas en casa... las compraba y punto... ¡¡con lo ricas que son!!. Pero una es muy terca... jejeje... y cuando vi la receta de Laura Vitale (de la que os he hablado muchísimo este verano, porque ahora hago millones de sus recetas), y vi como las hacía y lo pichonas que le quedaban... supe, que aunque fuera a escondidas tenía que hacerlas... así que medio de estranjis las hice un día... ¡¡coser y cantar!! jejeje... eso de que cuando haces click las cosas salen y seguiran saliendo... ¡¡es cierto!! me pasó con el carnet de conducir, con el francés y con el pil-pil, jejeje y ahora puedo hacer esas tres cosas sin pensar mucho en ello, jejeje... esto es lo mismo.
Así que después del triunfo de las palmeritas (de las que pronto os daré versión salada, con anchoas, aceitunas verdes y parmesano, porque os las recomiendo muchísimo como detalle, aperitivo y picoteo para las próximas fiestas), aquí os dejo la receta... avisarme si alguno también está en este trance... u otro similar a ver si puedo echar una mano, jejeje...
Receta de palmeritas dulces de hojaldre.
Ingredientes para 20 palmeritas:
- 1 lámina de hojaldre comercial (la marca que más os guste, yo compro la de casa Tarradellas porque es rectangular, y para esta receta me viene muy bien).
- 1/2 taza de azúcar
- 4 cucharadas de azúcar moreno
- 1/4 cucharadita de sal
- Ralladura de una naranja (opcional, podéis sustituir por canela, limón o cardamomo... lo que queráis para darlas un toque de sabor extra... a mí con naranja me gustan muchísimo).
- 1 huevo batido con 1 cucharada de leche
Modo de hacerlas:
1. Lo primero e importante, tener la lámina de hojaldre refrigerada.
2. Mezclamos en un bol los dos azúcares, la ralladura de naranja y la sal.
3. Espolvoreamos ligeramente la superficie de trabajo con un poco de nuestra mezcla de azúcar.
4. Colocamos encima la lámina de hojaldre, y con ayuda de un rodillo la extendemos un poco hasta que sea de unos 2 cm y medio de grosor.
5. Batimos un huevo y lo mezclamos con la cucharada de leche, y esta mezcla la extendemos con un pincel de cocina por toda la superficie de la lámina de hojaldre.
6. Una vez bien pincelada espolvoreamos por encima de toda la lámina el resto del azúcar (a ojo... si veis que es mucho no le pongáis todo).
7. Y pasamos a enrollar... para ello hacemos una linea en la mitad de la lámina con ayuda de un cuchillo ¡¡sin cortar!! sólo para hacernos una idea de hasta donde tenemos que enrollar cada extremo.
Así, empezamos por un lado de los cortos y vamos enrollando hacía el centro, con cuidado pero sin hacer presión en el hojaldre.
Una vez llegado al centro, hacemos lo mismo con la otra mitad.
8. Con los dos extremos en el centro nos quedará un rollo con las dos partes enrolladas, que uniremos primero pincelando con la mezcla de huevo que actuará como pegamento y luego juntando los extremos y pellizcando con las yemas de los dedos... así se fijarán bien los extremos.
9. Ahora ya podemos cortar nuestras palmeritas, que serán como de un dedo de grosor y las iremos colocando sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Las colocamos con la figura de la palmerita ya pegada a la bandeja, y haciendo un poco de presión con los dedos para que se haga la figura si al cortar se nos han abollado un poco.
10. Vamos cortando y colocando cada porción (saldrán palmeritas como para dos bandejas) y poniéndolas en la bandeja un poco separadas unas de otras.
11. Una vez hayamos terminado las metemos 15-20 minutos a enfriar en la nevera.
12. Y mientras precalentamos el horno a 200ºC calor arriba y abajo.
13. Una vez fuera de la nevera y ya dispuestas para meterlas en el horno, bajar la temperatura a 180ºC y hornear durante 20-25 minutos hasta que estén doraditas.
Uff... espero habéroslo explicado bien, jejeje... que aunque no es física nuclear tampoco queda tan lejos, jejeje... si veis que tenéis algún problema con algún paso, o que no me he explicado bien os recomiendo que veáis el video de Laura... lo bueno que tienen es que veis perfectamente cómo lo hace y así os hacéis una idea clarísima de cómo tenéis que hacerlo en casa.
En fin, con esta receta me despido, espero que os haya gustado y os anime a hacer palmeritas en casa y a merendar tranquilamente... ¡¡ya me diréis si os aficionáis!!.
Un besote a todos, Luz.
Monísimas! me traen muchos recuerdos de la niñez que era cuando las comía, jijijijiji. Un besito
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