Chipirones Pelayo... otro clásico de la cocina vasca


¡¡Hola a todos y buen día!! Algunos tendréis fiesta aún hoy… día para volver a casa, hacer compras y dejar preparada la semana… a otros os tocó esa “vuelta a la realidad” ya ayer… a todos os deseo mucho ánimo y paciencia con el “jet lag” del regreso…


No sé a vosotros, pero a mí estas vacaciones, igual que las de Navidad, por ejemplo, me estresan, sip… como lo oís… tan pocos días y tan concentrados… ¡¡si hasta acabo madrugando!! Entre trenes, oficios, comilonas familiares y compromisos a tuti plen uno vuelve a casa con sensación de que no se ha ido nunca… ¡¡o peor!! Que se ha ido a uno de esos viajes organizados donde lo único que puedes pensar es “¡¡por Dios esa abuela de 80 años tiene más energía que yo!!”, jejeje… en fin, sólo deseo que esta semana no se os haga muy larga, que podáis ir descansando de vez en cuando y que volváis de vuestras vacaciones con una maleta llena de buenos ratos, muchas risas y planes pendientes para la próxima vez.

Yo vuelvo reconstituida del olor a mar, del paisaje de éste que siempre me serena muchísimo, de la música en vascuence de la Parroquia, del olor a cera derretida de la procesión, el olor de las torrijas de Almu, del cordero del día de Pascua y de las risas en torno a pintxos, pizzas y churros.

Ha sido, para mí una estupenda Semana Santa, y hoy… ya que no pude antes, quiero compartir con vosotros esta receta de chipirones tan de aquí, tan del Norte y que en muchos sitios se sirve como ración. Son los chipirones Pelayo, que en cristiano quiere decir chipirones encebollados… y que tienen su origen, según he podido leer en el hoy ya desaparecido Bar Pelayo de Getaria. La receta, igualita que la de los chipirones en su tinta, del que ya colgué receta para el reto de la Marquesa de Parabere en el que participo… con algún matiz distinto, por supuesto… ya que éste, como veréis no aprovecha las tintas del chipirón.

Ya sé que muchos se echan a temblar ante estas recetas… con eso de que hay que limpiar el pescado, vaciar, rellenar etc… pero yo os recomiendo que para estas preparaciones echéis mano de las bandejas que ya vienen preparadas en el supermercado de chipirones rellenos, a mí me funcionan muy bien, con los chipirones bien limpios y bastantes cargados de relleno, no sólo de sus tentáculos y aletas, sino, también, en muchos caso, el pescadero rellena con algún chipirón picado más, con lo que, como os digo, están bien gorditos, jejeje.

Una vez la parte más engorrosa de esta preparación está solventada, la receta en sí es sencillota, eso sí, hay que tener paciencia porque no es instantánea… al menos 1 hora de preparación sí lleva… no que todo el rato tengas que estar pegado a la cazuela… pero sí pendiente y saber que estas recetas llevan su tiempo, aunque bien merecen la pena.

Yo siempre sirvo unos 3-4 chipirones rellenos por comensal, me parece suficiente… aunque os recomiendo redondear con 1 chipirón más al menos por comensal por si alguien quiere repetir o no te importa que queden sobras. También suelo servirlos como plato principal con guarnición de arroz blanco… este planto junto a un par de aperitivos (como un plato de rico jamón, unas croquetas, unas aceitunas y unas berenjenas de Almagro ¡¡que me chiflan!!) y terminando con un postre es una comida familiar en toda regla!!

En fin, os dejo ya con la receta, que como muchas de estas hago siguiendo las instrucciones del grande David de Jorge, cuyo video  es, además, genial para seguir los pasos de la receta.


Receta de Chipirones Pelayo.

Ingredientes para 4 personas:

- 20 chipirones pequeños rellenos con sus propios tentáculos y aletas
- 2 cebolletas o cebollas picadas finito
- 1 pimiento verde picado fino
- 1 diente de ajo triturado
- 1 pimienta de cayena (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1/2 vaso de brandy



Modo de hacerlo:
1. Comenzamos poniendo los chipirones bien limpios y previamente revisados por nosotros en un paño de cocina para que queden completamente secos (sino, al ponerlos al fuego saltarán muchísimo y empezarán a soltar líquido y se cocerán en él... y queremos que se doren, no que se cuezan).
2. A continuación picamos toda la verdura (yo, que soy así de perezosa la pico en la trituradora, bien fino pero que se noten los trozos... así con la cebolla primero y el pimiento después).
3. Ponemos una cazuela mediana al fuego con 4 cucharadas de aceite, que cubra bien la superficie de la olla pero sin hacer una capa gruesa de aceite. 
4. Una vez caliente el aceite comenzamos salteando las cebollas. Salamos las mismas para que suden.
5. Pasados 5 minutos, cuando la cebolla esté translúcida añadimos el pimiento verdes, y otros 5 minutos después el ajo triturado con la cayena.
6. Salamos las verduras ligeramente y dejamos que se pochen vigilando constantemente hasta tener la verdura convertida prácticamente en puré... unos 20 minutos.
7. Mientras podemos cocinar los chipirones. Así, comenzamos sazonándolos, a continuación ponemos una sartén con una cucharada de aceite a calentar. Cuando esté bien caliente vamos incorporando los chipirones en tandas de 4 para que la sartén no pierda calor... dejamos unos minutos por cada lado, para que cojan color y una ligera capa crujiente.
8. Cuando saquemos cada tanda de chipirones al plato desglasamos la sartén de los jugos que ha dejado el pescado con un chorrito de brandy... que a continuación y desde la sartén vertemos en el sofrito de verdura... eso añade un sabor riquísimo a la salsa final, hacedme caso.
9. Cuando tengamos todos los chipirones pasados por la plancha los incorporamos junto con el vino blanco en el sofrito de verduras, tapando la cazuela y dejando cocer a fuego lento otros 15 minutos al menos... hasta que la verdura, como os decía, se haya hecho salsa y los chipirones estén tiernos.
10. Probamos de sabor, corregimos si hiciera falta, sacamos la cayena y apagamos el fuego. Este plato es de los que gana con el reposo, cuando lo vayáis a consumir con un calentón rápido podéis tenerlo listo... servirlo acompañado de arroz cocido y espolvoreado con perejíl fresco y ya me diréis si no es una maravilla...

Sip, tampoco era para tanto, ¿verdad? Espero que os animéis a probar esta forma diferente de comer chipirones... uno de mis platos de pescado (aunque ya sé que no puede llamarse pescado, jejeje), preferidos.

Yo por hoy me despido... ya iremos viéndonos a lo largo de la semana. Un besazo grande, Luz.

Comentarios

  1. Buenos días wapa! yo este finde tambien hice chipirones, la pena es que no te leyera antes porque...menuda pintaca!!

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    1. Jejejeje... ay María... pues otra excusa para repetir!!! En casa nos encantan los calamares y los chipirones... a mí como más a la andaluza... en plan fritura ¡¡qué ricos!! a Almu a la romana... rebozaditos con huevo y harina, jejeje... así que una semana una y otra la otra, jejeje...
      Me alegro de que estos te hayan gustado... un besazo gordo, Luz.

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