Eso es lo que tiene el Norte, uno nunca sabe cómo saldrán las vacaciones, hay veranos en los que te achicharras... y otros en los que no sueltas las katiuskas ni un momento,... como dice mi hermana aquí no hay verano en el que te pongas moreno, jejeje... pero ese es su encanto creo yo... y después de salir de la chicharrera que era Madrid la lluvia se disfruta con muchísimo gusto... al menos es lo que os digo ahora, esperar dentro de 10 días cuando ya estemos pensando en la vuelta, jejeje,... ya os contaré entonces.
Hoy os traigo una receta de temporada.. rica, riquísima... fácil de preparar, poquísimos ingredientes y de las que gustan a todo el mundo.
Es una receta que ya quise publicar el año pasado, pero que fue de esas que, como con otras muchas recetas, de repente invaden la blogosfera y parece que todos nos hemos puesto de acuerdo para cocinar lo mismo, jejeje... así que me esperé a este verano... total, seguro que a alguien no le suena.
En mi casa, y hablo de casa de mi abuela, los boquerones son un aperitivo... mi abuela compraba una vez a la semana... para los 8 o 12 que estuviéramos pasando el verano con ella... compraba una barbaridad de comida... así que el primer día de compra todos comíamos boquerones, queso Idiazabal, cornetos y cualquier capricho que se le ocurriera... y el último, ejem... ya se sabe, como en todas las casas, restos y el melocotón medio pocho, jejeje...
Ella, como yo hago ahora, era de las que hasta que la nevera no estuviera vacía no volvía al supermercado... decía que eso hacía que hubiera que tirar más comida y más derroche, y creo que tiene razón... si estiras y estiras tu fondo de congelador y despensa verás que la comida te cunde más y ahorras más dinero sin necesidad de tirar nada.
En fin, a lo que íbamos,... que esos primeros días después de hacer la compra mi abuela preparaba "de aperitivo" boquerones... de dos formas: o a la donostiarra... que se hacían igual, rebozados pero a los que añadía por encima un sofrito con ajos, vinagre y guindilla o los hacía como los veis aquí que era como más me gustaban... marinados en limón y pimentón y luego rebozados normalmente y fritos.... quedan jugosos, especiados y buenísimos... tanto, tanto que te comes uno detrás de otro sin darte cuenta.
Receta de boquerones marinados al limón.
Ingredientes para 1/2 kilo de boquerones:
- 1/2 kilo de boquerones ya eviscerados y con la espina quitada si sois sibaritas... sino no hace falta
- 1 limón
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal y pimienta
- 1/2 taza de harina
- 1 vaso de aceite de oliva
Modo de hacerlo:
1. Lo primero que habrá que hacer, sobre todo si vuestro pescadero, como el mío, no os limpia los boquerones será hacerlo... cortarles la cabeza, eviscerarlos y si os apetece y os gusta quitarles la espina central... a mí me gusta, no lleva mucho más trabajo y luego se comen más fácilmente... esto mi abuela no lo hacía y yo lo copié el año pasado de las recetas que vi por internet... y me encantó!!
2. Una vez el pescado esté limpio lo colocamos en un tupper, y a parte en un bol preparamos la marinada... para ello rallamos la cáscara de medio limón y después exprimimos el zumo del limón entero. A continuación incorporamos al bol el pimentón dulce, la sal y la pimienta, removemos y vertemos la mezcla sobre el pescado, removemos para que alcance a todos los filetes y cubrimos.
3. Dejamos marinar el pescado unas 2 o 3 horas en la nevera... mi abuela los ponía antes de bajar a la playa y al volver los freía.
4. Así, pasado el tiempo escurrimos los boquerones con un colador y los introducimos en una bolsa de esas de congelados con la 1/2 taza de harina. Cerramos la bolsa, sacudimos un poco y reservamos mientras en una sartén calentamos el aceite.
5. Una vez caliente y en tandas vamos friendo los boquerones marinados y rebozados en harina un minuto o así por cada lado.
Conforme se van friendo los sacamos a una fuente con papel absorvente y servimos recién hechos y calentitos.
Os aseguro que son un antojo riquísimo... de pequeña, cuando mi abuela los servía... y los comíamos todos ya sentados a la mesa como os decía al volver de la playa, ella hacía de esas comidas de horas... primero aperitivo en el que además de pescado o marisco solíamos tomar algún fiambre, quesos o encurtidos... pasábamos después a un primer plato, a elegir entre sopa y verdura... seguido de un segundo que también solía ser variado... ella preparaba carne y pescado y que cada uno escogiera... eso sí, si no se terminaba lo que fuera al día siguiente lo que fuera volvía a estar en el menú, jejeje... luego venía la ensalada, la fruta y por último el postre.
Bien, pues de toda esta procesión lo que a mí más me gustaba era el aperitivo y el postre,... ayayayaya... y me ponía de boquerones y aperitivo como el kiko... por lo que mi familia me reñía diciendo que no tendría hambre para la comida... mi abuela, que siempre me sentaba a su lado les decía que me dejaran en paz, al menos había comido bien de boquerones que al fin y al cabo eran muy sanos, jejeje....
Siento enrollarme con estas historias, pero estando aquí la hecho muchísimo de menos y me acuerdo más que nunca de todas estas anécdotas... aquí me despido por hoy.
Os mando un besuco enorme, Luz.
Una receta increible.
ResponderEliminarMe encanta cotillear tu blog.
Un saludito
Motivada con la cocina.