¡Buenos días a todos!
Parece mentira, pensé que con eso de ser julio, verano, y
medio Madrid de vacaciones se me harían las semanas enteras y estaría aquí en
casa rascándome la barriga…. Ayayayyay…. ¡quién me iba a decir!
Por aquí en el mundo evento julio sigue igual de activo que junio, la verdad, y esto es un no parar, con lo que estamos yendo y viniendo todo el tiempo… porque, ¡una cosa sí ha cambiado! Mientras que mayo y junio los eventos eran en Madrid capital ya nos hemos trasladado al “campo” como quien dice y estos días las fiestas de piscina, barbacoas, cocktails de medianoche y brunch campestre están a la orden del día.
Os reconozco que a mí estos encargos son los que más me
gustan, ¡los que me dan la vida! Que diría un cursi, jejeje… esos apresurados
de última hora, las sorpresas dulces y simpáticas los eventos divertidos e
informales, en fin, que este mes, así como quien no quiere la cosa, ¡nos lo
hemos comido a la mitad!
Ya puedo oler la playa, todo sea dicho… y ver Francia
desde mi ventana ahí en el Pais Vasco… sueño con las tablas de quesos, los
talos de chistorra y los vasos de sidra fresquita… un poco más, un poco más y
ahí estaremos…
Mientras tanto, como el verano se puede vivir en
cualquier parte hoy os traigo una receta de las de comer en la playa, la
montaña, el picnic o la terraza… es una pizza francesa, una tarta salada y con
un nombre pijo y elegante… una
pissaladiere.
Se caracteriza de dos cosas que a mi padre le pierden,
las olivas negras y las anchoas… y la base es masa de pan, cubierta de rica
cebolla confitada y decorada, como os decía con las olivas, las anchoas y un
aliño muy provenzal con hierbas aromáticas, sal marina y buen aceite de oliva…
¿qué? ¿os va apeteciendo?
Pues la receta no puede ser más sencilla… yo la hago
mucho en esos días que sé que voy a tener trajín, la dejo hecha a primera hora de forma que luego todo sea en
los últimos 15 minutos meter en el horno et voilá… ¡a comer! Con una ensalada
de tomate, unos patés y unos helados… ¡y te montas un sarao que ni pá qué!
Jejeje…
Receta de pissaladiere nizarda
Ingredientes para 4 personas:
- 500 gramos de harina de fuerza
- 15 gramos de levadura seca de panadería
- 1 cucharadita de sal
- 550 ml de agua templada
- 50 ml de aceite de oliva
- 1 kilo de cebollas
- 100 gramos de aceitunas negras
- 150 gramos de anchoas en salazón
- ½ cucharadita orégano fresco
- ½ cucharadita tomillo fresco
Modo de hacerlo:
1. Preparamos en primer lugar la masa. Si estáis en modo
vagoncio y os da pereza siempre podéis comprar una masa de pizza y hacer la
receta a partir del relleno.
Para los que os gusta, como a mí, meter las manos en la masa, jejeje… os
digo cómo.
Calentar 1 minuto en el microondas el agua, añadirle la
levadura, remover y dejar que se active un par de minutos.
2. Mientras, en un bol hermoso mezclamos la harina, el
aceite y la sal, e incorporamos una vez empiecen a formarse burbujas en la
superficie del agua templada ésta a nuestra mezcla.
3. Mezclamos bien y cuando veamos que es difícil trabajar
la masa en el bol pasamos a amasar a una encimera enharinada.
Amasaremos unos 10 minutos hasta obtener una masa bien
ligada, elástica y no pegajosa, con la que formamos una bola que colocamos en
un recipiente, tapamos con film y dejamos levar 2 horas.
4. Mientras podemos preparar nuestras cebollas. Para ello
las picamos en juliana, bien finitas y las vamos a posar muy tranquilamente a
fuego muy bajito en una cazuela amplia con unas 4 cucharadas de aceite, dejamos
que vaya cogiendo color y cuando se pongan translúcidas y antes de empezar a
freir (no queremos eso, queremos que se compoten) vamos incorporando ½ vaso de
agua por vez… así, hasta obtener unas cebollas muy pochadas y hechas casi puré,
al menos 30 minutos.
5. Una vez la masa haya levado vamos a desinflarla y estirarla
en una lámina de 20 cm de diámetro y ½ cm de grosor, la colocamos en un molde
desmoldable y la dejamos reposar otros 20 minutos.
6. Pasado ese tiempo colocamos una capa de cebollas bien
gordita y decoramos con las olivas y las anchoas.
7. Llevamos la tarta salada al horno precalentado a 190ºC
y dejamos cocinar 15 minutos.
8. Pasado ese tiempo sacamos y rociamos con un aceite que
habremos mezclado con nuestras hierbas frescas bien picaditas.
Como veis es una receta sencilla, de las que se hace
prácticamente sola… y en verano apetece comer así, ligero, sabroso y con
recetas distintas y apetitosas.
A ver si os voy dejando más… si las probáis, ya sabéis,
¡no dejéis de contarme qué os ha parecido!
Yo me despido por hoy, ¡nos vemos de nuevo mañana!
Un besazo,
Luz.
Luz.
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