Arroz con leche asturiano


Hola a todos!!
Hoy entro de lleno por fin en las recetas de Semana Santa.... y una de las cosas que más me han gustado siempre de esta época del año... ¡¡los postres!!.
Sí, es muy curioso cómo siguiendo la tradición de la Cuaresma, del abstenerse de comer carne y del aprovisionarse bien de bacalao en salazón una de las cosas que más se fomenta son los dulces, jejeje...



Os cuento muchas veces cómo en casa (mis padres, mis familia, mis abuelos, ¡¡nosotras!! etc...) somos todos de colegios religiosos... de los de internado (en el caso de mi abuela y mi madre -por díscola, jejeje-), padres agustinos y monjas de todo tipo y perfíl... de los de comedor incluído en todos ellos... aunque si bien es cierto que mi abuela y sus hijos disfrutaban de un régimen más rico en el caso de Almu y mío los servicios de comedor de colegio fueron hasta tal extremo vomitivos que prometí a mi padre comerme cualquier cosa que me pusiera en el plato con tal de volverme a casa a comer.... ejem... las intenciones duraron hasta que él sacó la lengua de ternera... ¡¡claro!! que esas cosas no se hacen y que todo tiene un límite, vamos.

Pues una de las cosas en las que mi familia coincide es en contarnos anécdotas de los banquetes de postres propios de la Semana Santa... torrijas, pestiños, flanes, natillas... y sí, ¡¡arroz con leche!!
Una piensa que las monjas, al hacer ayuno y eso... intentarían enfocar las proteínas del día concentrándolas en postres con leche... porque sino... no lo entiendo.
Llega la época del año del ayuno... y ea... todos a comer natillas!! Jejeje...
En cualquier caso a mí jamás me han tocado esas delicias en el cole, ni mucho menos... los viernes era día de palitos de pescado... no os digo más...
¡¡Quién hubiese tenido entonces un súper-héroe como Jamie Oliver que viniese al cole a poner las cosas en su sitio!!
Que yo no me explico los menús esos en bandeja compacta que nos daban... era (como diría mi padre, jejeje) de Juzgado de Guardía!!
Lo mejor... que en casa no se creían una palabra con la inventiva que le echaban a la hora de escribir los menús que mandaban a casa.... ¡¡pufff!!! ni los mejores asesores de Obama harían unos discursos tan... ejem... camuflados.
Así, con la cosa de informar a los papás de lo que iban a servirnos, ahí teníamos ejemplos de menús del cole como:
- Suprema de pollo con panaché de verduras.... léase: guiso de pollo grasiento y salado con cuatro guisantes y 8 coles de bruselas mal puestas.
- Lentejas estofadas con sus complementos.... léase: ¿qué complementos? ¿el estofarlas hacía que se pusieran verdes?
- Espaguettis a la bolognesa gratinados... léase: pasta cocida hacía 5 horas... ¡¡y fría!! con una cucharada de tomate ácido propio para fundir el más duro metal.
- Cordon bleu con ensalada.... jejeje... este es el mejor... mi padre no nos creía cuando decíamos que era un frito (cosa que él odiaba) y cuando le enseñamos en el súper, en la sección de congelados lo que eran los cordon bleu.... ummmm empezó a pensar que sus reinas del melodrama (léase, nosotras), a lo mejor no nos pasábamos "tanto" esta vez.

Bueno... creo que los traumas de los comedores de colegio son tan extensos como los traumas de llevar el coche al taller, descifrar la declaración de la renta o tener que preguntar por tu talla de sujetador.... puff!!! Cosas que te despiertan por la noche y no superas nunca!!

Por eso vamos a pasar página... jejeje... y centrarnos en el postre de hoy... un arroz con leche.
Creo que no hay nada más casero, confortable y rico como el arroz con leche.  A mí me recuerdan a las cenas de plato único de mi infancia. El día que estabas mala, o te habían llevado al médico (aunque fuera a graduarte la vista, ehh!!), el día que te picaba la oruga procesionaria, el que te tenían que dar puntos porque te habías cortado con una lata, el día que te habían robado el chandal en el gimnasio del cole, o el día que tuvimos que dejar a nuestras muñecas en el hospital de muñecas.... todos esos días fueron días de arroz con leche.

Curiosamente, y echando la vista a los posts que he escrito anteriormente no os he contado que si bien de pequeñas pasábamos mucho tiempo con mis abuelos, la persona que nos cuidaba día a día era Tata...
De pequeñitas mis padres trabajaban ambos fuera de casa... mucho... bueno, tanto como trabajamos ahora pero añadiéndole que además viajaban... con lo que Almu y yo pasábamos todo nuestro tiempo fuera del cole con Tata... ella se encargaba de todas nuestras cosas, de nuestro día a día... la ropa, los juguetes, los libros, las comidas, el sueño... todo.
Pasó con nosotras toda nuestra infancia y nos mimaba y consentía todo lo que podía y más.... así que la que tenía el arroz con leche listo cuando había cualquier contingencia era Tata.
Todas esas veces que llegábamos a casa con cualquier angustia corríamos a su cuarto a contarle... y sabíamos que ese día habría arroz con leche.
No os creáis... a pesar de ser  muy blanda y cariñosa nos llevaba con paso firme... la de tardes que se sentaba en la puerta de nuestro cuarto y de ahí no se movía nadie hasta que estuviera todo el cuarto recogido!! ¡¡Los berrinches que nos montaba por mancharnos la ropa!! ¡¡O la de veces que me quedé sin ver los dibujos mientras la santa (petarda) de mi hermana se iba a verlos porque yo no había terminado la comida!! Y ahí me dejaba sin ningún empacho hasta que estuviera limpio el plato.
Jejeje.... ella es otra de esas personas de mi vida que tanto y tanto han influído en nosotras, en lo que somos ahora y que hasta que no eres mayor no tomas conciencia de ello...

Vuelvo a hablaros del arroz con leche, jejeje... sólo para deciros que curiosamente... sí... para mí resulta muy curioso... ¡¡a Almu no le gusta!!
Os diré... así, cuando ella no me oye, jejeje... que Almu ha ido desarrollando una serie de "fobias" por los alimentos a lo largo del tiempo. Cuando generalmente uno las acumula en la infancia y luego las destierra cuando es adulto, Almu las ha ido desarrollando gradualmente y con su terquedad habitual no las desterrará jamás...
Cosas como el helado de fresa, la ensaladilla rusa (antes... esa sí, ahora le encanta), el hígado de ternera o este arroz con leche son fobias infantiles que ahí están... junto a esas, a veces aparecen otras... de las que yo no había oído hablar nunca y que te lanza siempre en el peor momento... cuando ya estás comprándolas... en plan... "ummm... nos hace falta comprar judías pintas que voy a hacer Alubias de Guernica"... "ahhhhhhhhhhhhhhhhh.... bbbbbuuuuueeeennnnooooo" "¿?¿?¿?"... "¡¡Luz, ya sabes que no me gustan las alubias!! Te lo he dicho mil veces!!!!!" (Todo con cara de "qué mala hermana eres"... por supuesto)... Conclusión: Alubias desterradas de nuestra dieta, jejejeje...
Pues con el arroz con leche es lo mismo... ¿os podéis creer que esta es la primera vez que lo hago en casa? Y como veis, en ración de un plato... que por supuesto ella no quiso ni probarlo.... jejejeje...

A mí me gusta mucho, es cierto que ahí donde lo veis lleva su trabajo, es un postre que lleva su tiempo, su mimo, pero que casero sale aún más rico.
El añadido de "asturiano" es por la capa de caramelo que lleva por encima... y que a mi modo de ver lleva a este arroz a otro nivel... Yo además infusioné la leche con canela y cardadamomo... así que estaba rico, especiado y muy dulce.

Os animo mucho a probar estos postres caseros y viejunos esta Semana Santa... son los días perfectos para ello y además constituyen recuerdos y momentos preciosos todos metiendo la cuchara en torno a un plato de natillas, un arroz con leche o las torrijas.
Si es verdad, que en el caso de este postre os recomiendo que o lo toméis en pequeñas porciones o como plato único de cena... porque no deja de ser un plato de arroz tremendamente enriquecido con azúcar y leche con lo que también constituye una bomba calórica de padre y muy señor nuestro.

Os dejo ya la receta... que he copiado paso a paso de la de JaviRecetas... blog del que ya os he hablado porque siempre preparo lo que publica... fue el primer blog que seguí hace ya unos 6 años y ahí sigue... al pie del cañón con recetas caseras del día a día fenomenalmente explicadas.


Receta de arroz con leche asturiano.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 litro de leche entera (mejor aún si es fresca... en los herbolarios y supermercados ecológicos suelen tener... esto hace que la leche sea más cremosa y sobre todo tenga más nata, lo que la hace más melosa junto con el arroz... como un risotto. La mía me la trajo mi amiga Isa... a la que se la dió su amigo Alan, jejeje... esto es como una cadena de favores, jejeje... pero es verdad que en la oficina tenemos un trajin de intercambio de recetas, productos e ideas que es genial!!).
- 100 gramos de arroz redondo
- 125 gramos de azúcar
- 125 gramos de agua
- 1 pizca de sal
- 1/2 cucharadita de canela
- Unas vainas de cardamomo
- 25 gramos de mantequilla

Modo de hacerlo:
1. En una olla ponemos a calentar la leche, a fuego bajito para que no llegue nunca a hervir.
Una vez caliente le añadimos la canela y el cardamomo para que se vayan infusionando.
2. En otra olla (esta más grandecita, pues es en la que vamos a hacer todo el postre) ponemos el agua a hervir. Una vez esté hirviendo añadimos el arroz y removemos.
3. Pasamos entonces la leche caliente a esta olla, junto con la sal y la mantequilla.
4. Removemos todo bien y dejamos a fuego bajito sin que llegue a hervir hasta que el arroz esté bien hecho, el líquido quede cremoso y toda la mezcla esté melosa... pensad que no hay que dejar ahí solo,... mejor ir de vez en cuando a remover porque sino el arroz se empasta y se pega al fondo.
5. Una vez esté listo el arroz añadimos el azúcar... removemos bien para que esta se disuelva y luego apagamos el fuego.
6. Pasamos el arroz a los boles, cuencos o platos de servir y dejamos enfríar. Es importante por dos razones:
- Así el postre termina de espesarse y resulta aún más rico... además de que comerlo caliente a mí personalmente, me sienta mal.
- Por otro lado porque el último paso es hacer la capita de caramelo... y si añadimos el azúcar al postre caliente, lo quemamos y luego lo dejamos enfriar en la nevera el azúcar se disuelve y encharca todo el postre (esto lo explica Javi muy bien y tiene razón!! A mí me ha pasado con otros postres y nunca sabía porqué...).
7. Así que cuando tengamos el arroz templadito (del tiempo) espolvoreamos una capa de azúcar por encima y quemamos con el soplete.... y servimos ya.

Como veis no es un plato del último momento... ni se hace en un pis-plas... pero si lo preparáis con tranquilidad en uno de estos días de vacaciones que tenemos por delante (y que parece que no terminan de llegar... ainss...), seguro que os engancha, jejeje...
Sólo una cosa más... pensar que lleva leche, así que a la nevera de cabeza... tampoco dejéis pasar muchos días antes de consumirlo... como mucho, muchísimo 3 días.... pensar que es leche fresca y que con mirarla se pone mala... gana de encima pasar las vacaciones metidos en el baño, jejeje...

Nada más por mi parte, sólo mandaros un besuco grande... la semana que viene estará cargadita de recetas diferentes y riquisimas con bacalao... ya me diréis.
Un besazo grande, Luz.

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