Patatas a la riojana.



Hola a todos.
La entrada de hoy va dedicada a todos los que en estos días se dedican a palear nieve, o a poner cadenas en los neumáticos, o a los que se les ha quedado el niño sin cole por culpa del tiempo o a los que sencillamente ¡¡estamos pelados de frío!!
A esos, un consejo... cerrar puertas y ventanas, envolveros con una mantita, poner a cocer este guisote... y a leer un libro bien a gusto...



Muchos de nosotros (yo incluída) ya quisiéramos seguir el consejo... sin embargo, cosas como el trabajo, las responsabilidades o la rutina hacen que combatamos el frío de otra manera... ¿no?, bueno, pues para nadie hay excusa, unas buenas orejeras para no coger mal de oído, como decía mi abuela, y un plato de estas patatas... seguro que entráis en calor en cuestión de minutos.

Pues sí, ya sé que he pasado de una receta glamurosa, oriental y divertida como los wraps del otro día a un guiso de patatas con chorizo... pero, a parte de que la cocina es precisamente eso, variedad, contraste y mucha diversidad en estos días apetecen estos guisotes, de cuchara, de toda la vida... ¡¡y más si llevan chorizo!!.
Os voy a contar un secreto... que en realidad no es un secreto para nadie que me conozca ¡¡me pirra el chorizo!! Sé que en este mundo de la dieta, el comer verde, los alimentos a la plancha y el comer ligero el chorizo está un poco "demodé"... ¡¡nada más lejos de la verdad!! Al contrario, creo que son precisamente estos embutidos y fiambres de siempre los que con más gusto y a conciencia se comen y disfrutan, y con razón.
Vale, no digo que haya que comerlos todos los días, eso tampoco, pero sí es verdad que desde aquí reivindico nuestros platos de cuchara, sí, esos indigestos, calóricos, de los de siesta con pijama para hacer la digestión... todos esos, porque he comprobado por experiencia propia que si se cocinan con cuidado y bien, no tienen ni que ser tan pesados ni calóricos como nos hacen creer... he dicho.

Bueno, una vez dada mi opinión... y pontificar sobre ello... que ejem... como siempre digo las opiniones de los demás son igual de valiosas que las de uno mismo... os contaré que estas patatas las conozco desde hace poco... y que las "encontré" de pura chiripa en un blog del que no sólo recomiendo todo, sino que os aconsejo siempre consultar, porque receta que tiene receta que es un éxito... el blog se titula "Las recetas de Marichu... y las mías" y aunque mucha gente (incluida la gente de mi propia casa)  siempre habla del blog de Marichu, su autora se llama Begoña (hija eso sí, de Marichu) y las recetas que cuelga no tienen ninguna desperdicio.
Entre ellas tenía estas patatas, probé un día por la cosa de que tenía los ingredientes en casa (vale... es cierto que el determinante fue que llevaban chorizo) y desde entonces tengo la receta pegada al frigorífico... así, día que hace frío, o que me siento tristona, o todo a la vez (ya sabéis cómo os digo) ahí que voy con la receta.

Pues, ha sido conocer la receta y "encontrarla" en mil sitios más... vale, en mil sitios no... pero casi, casi... en concreto la receta la he visto también en varios de mis libros de cocina vasca, todos con el mismo procedimiento a la hora de hacerla.
La ciencia del plato, ninguna... Si que hay que atender a un par de detalles que os contaré en su "modo de hacerlo", pero por lo demás es un plato de los de repetir.
En cuanto a la historia del plato (que sabéis me gusta contaros) pues mucho no he encontrado... pero de cocina viejuna tiene lo suyo, os dejo enlace que he encontrado y que me ha gustado en cuanto a su origen etc...

Entrando ya en la receta de hoy...

Patatas a la riojana
Ingredientes para cuatro platos como los de la foto (caso de querer hacer más, u optar por repetir no hay más que añadirle un par de patatas más, o de trozos de chorizo):
- 1 kilo de patatas (no os sé decir de qué tipo... las mías me las trae mi padre, al que se las regala un señor encantador que cuando sabe que mi padre "viaja al Sur" (véase Madrid) le llena el coche de patatas, ajos, berzas, coles de Bruselas y almendrucos "para las niñas")
- 1/2 chorizo de los de ristra, (en mi caso dulce... eso al gusto) en trozos
- 1 cebolla picada
- 2 dientes de ajo picados

- 1 cucharadita de pulpa de pimiento choricero
- 2 cucharadas de salsa de tomate
- 1 cucharadita de pimentón dulce (también al gusto)

- Caldo de pollo
- Aceite
- Sal
- Y para acompañar lo suyo es tener unas guindillas o piparras en vinagre

Modo de hacerlo:

*Aviso a navegantes... mirar la receta de Begoña... yo la he modificado un poco al gusto de casa de "que no haya un tropezón a la vista"*
1. Primero preparamos los ingredientes. Así, picamos la cebolla y los ajos y reservamos.
Por otro lado partimos las patatas en cachelos... o lo que es lo mismo una vez empecemos a cortar el trozo y antes de cortarla del todo partimos ayudándonos del cuchillo de forma que al romperse la patata cruja... uff, no sé cómo explicároslo mejor. Es importante partir así las patatas, pues de esta forma las mismas soltarán todo su almidón y así espesarán el guiso.
2. A continuación en una olla mediana ponemos a calentar medio vaso de aceite de oliva, en el que una vez caliente sofreiremos la cebolla y el ajo.
3. Una vez ablandada la cebolla incorporamos la salsa de tomate, la pulpa de pimiento choricero y el pimentón dulce, removemos un poco integrando todo el sofrito.
4. Este próximo paso es opcional, Begoña por ejemplo no lo hace... yo trituro en batidora el sofrito, para no encontrar por ahí trozos de cebolla etc... como digo si a vosotros os da igual saltaros este paso, sino, pasar un momento por la batidora y volver a poner el sofrito al fuego.
5. A continuación podemos incorporar tanto las patatas en trozos como el chorizo, damos un par de vueltas y  cubrimos con caldo, o en su defecto con agua.
6. Dejamos a fuego medio, tapadas, que se cuezan... unos 40 minutos, el truco está en que la patata esté tiernita, el caldo un  poco espeso y el chorizo blandito.

Y punto pelota... lo servimos bien caliente, junto con unas piparras aparte... para el que se anime ¡¡y a luchar contra el frío!!
También tenemos la opción de dejarlo de un día para otro, lo que no os recomiendo en este caso es congelar... más que nada porque las patatas descongelan muy mal y el guiso se convertiría en un puré con tropezones de chorizo...

Pues por mi parte nada más... como os decía al principio, mucho ánimo a los frioleros, (entre los que me incluyo) y lo que queda de semana... nos vemos en el fin de semana, ya sí, con una receta dulce.
Un besazo, Luz.


 Pdt: Ya sé que os lo he dicho más veces, pero no me canso de repetirlo, mil, mil gracias por las visitas al blog, ¡¡es increible!! Agradezco un montón el ratito que pasáis por aquí y aunque sé que a veces me enrollo mucho y que muchos no llegan al final de las recetas el agradecimiento es para todos.

Comentarios

  1. mmmmm!!!! tiene una pinta buenísima Luz!!! a ver si un día de estos me animo y pruebo a hacerla!!

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  2. Pues ya me dirás lo que sale... en serio, más fáciles de hacer imposible... y 100% contrastado el efecto anti-frío, jejeje... hoy en la ofi con mitones!!!!
    Mil besos guapa y gracias por el comentario. Luz.

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  3. hola!ya hice la receta y salió buenísima!! fácil y perfecta para un día de frío!

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