Pollo en pepitoria... para el Concurso Dos años cocinando con las Chachas

¡¡Hola a todos!! ¿Qué tal la semana? Ummm... a mí muy bien, la verdad... yo que empecé un poco desanimada, con tanta lluvia, tanto que hacer... ¡¡y el efecto jet lag de la hora menos!! ¡¡Que cómo se nota que te haces vieja cuando empiezas a resentir esas cosas!! Jejeje...



Bueno, pues finalmente la semana ha dado bien de sí, he podido hacer mil cosas (otras ahí quedan... que aún hay muchas semanas en el año) y yo por si acaso esta tarde voy a cortarme el pelo.... ummm cosa que a cualquier mujer que me lea (y siento ser completamente discriminatoria con este tema... pero a los chicos a los que se lo he intentado explicar... ejem... ¡¡se han reído en mi cara!!), sabrá que da un poco de pavor y un poco de ganas.... me explico: Me encanta ir a la peluquería o a cualquier sitio donde me cuiden... una sale con una sensación de realización increíble sólo con quedarse tumbada y relajadita, jejeje..... pero..... por otro lado... ejem... ummm... la relajación mientras están empleando unas tijeras a ras de tus ojos... mirando como cae y cae el pelo, escuchando a la peluquera dicharachera contándote su vida mientras estás ahí sentada pensando "claro, bonita, como que no es tu pelo... con el que vas a tener que lidiar y lucir los próximos meses".... pues eso.

Además... umm... yo no suelo salir contenta de la pelu, no normalmente... entre que siempre parece que explico mal lo que quiero y que soy tan crédula y confiada como para permitirles hacer lo que quieran... pues... ummm... pues eso... que voy más por que no me queda más remedio que por otra cosa, jejeje... vamos, que a día de hoy parezco una rapunzel cualquiera.... ya os diré mañana en qué me he convertido, jejeje...

Volviendo a mi semana... y como esta no está completa si no me presento a algún concurso, jejeje... aquí me tenéis, golpeándome de nuevo en la misma piedra, jejeje... no puedo evitarlo!!! Soy una ludópata de los concursos de cocina, jejeje... lo concursos entre blogueros, se entiende.
El de hoy es de los que más me gustan... un cumpleaños, de los de celebrar por todo lo alto, con bases de concurso serias, jueces de altura y premios de categoría... ¡¡porque es el 2º cumpleaños de Cocinando con las Chachas!!
Así, estas tres hermanas se han propuesto montar un tinglado, ejem... digo, un concurso de recetas de familia, recetas tradicionales... recetas de esas que sabes hacer con los ojos cerrados, de esas que pedirías como tu última cena y de las que estarías muy orgulloso de enseñar a tus hijos, jejeje.... de esas.

Uuuu... ¡¡me encantan los concursos con requisitos así, específicos pero que te permiten hacer tu propia cocina!!
El problema es que yo miles de esas recetas familiares ya os las he enseñado... la bullabesa, el jamón, las tortitas, jejeje.... total, que en vista de mi falta de inspiración y antes de lanzarme a la piscina de las recetas propias de mi tierra (otro cantar) pedí el comodín del público, de Almu se entiende... ¡¡y en qué hora!! Fue un empezar y un no terminar: Atún con tomate, los espaguittis a la bolognesa de papá, la merluza en salsa verde, la receta de berza de mi abuela, sus riñones al Jerez, o su roastbeef, las hamburguesas de mi tía, el salmón en tostada de mi otra tía, los marmitakos con bogavante de mis tíos.... pues lo que os digo... ¡¡un pozo sin fondo!!
Porque sí... en casa somos muy cocinillas y muy comilones, eso que hoy tan cursimente se llama un foodie en toda regla, eso somos nosotros... nuestro lema es: si te gusta comer bien, aprende a cocinar!!.
El de mi abuela, y ahora el mío es: el mejor restaurante del mundo... mi propia cocina... y estoy de acuerdo.

Por eso he tirado de mis recuerdos y de su propio recetario para traeros una receta de esas imperecederas, de las de puchero, productos asequibles, rebañar con pan y ponerse las botas, un pollo en pepitoria.

El pollo en pepitoria es uno de los platos preferidos de mi abuelo,... bueno, de todos en general. Y mi abuela lo preparaba siempre en dos ocasiones:
1. En Navidad.
2. Cada vez que a mi abuelo se le antojaba, jejejeje.

Además ella hacía mucha cantidad... mucha salsa y bien contundente, de forma que con lo que sobraba había para "aperitivos" como ella los llamaba por días enteros.
Los aperitivos en casa de mi abuela era sacar junto con la cerveza y sus aceitunas cualquier resto que hubiera en la nevera, jejejeje... desde una triste albóndiga, pasando por un par de boquerones rebozados pinchados con un trozo de pan hasta un triste filete empanado que ella ponía en trozos con unos palillos.... ¡¡y olé!!
Como veréis mi abuela no tenía ningún papo.... (entre paréntesis os diré que pienso ser como ella cuando sea mayor), y los trozos de pollo en pepitoria circulaban por casa días enteros.
Ahí se plantaban mis tíos muchos de nosotros en cuanto oíamos (normalmente a destiempo) lo del pollo... y ahí estaba ella sirviendo tímidos trocitos mientras mi abuelo nos echaba miradas acusadoras de "¡¡me estáis dejando sin mi pollo!!"
Como digo al ser ellos dos y por supuesto ella no comer pollo ¡¡jamás!! (ya os hablaré algún día de la dieta de mi abuela, de porqué en su casa siempre había menús como en los restoranes como decían mis primos pequeños y porqué comíamos restos días enteros), el pollo se estiraba  y estiraba... y mi abuelo se cansaba... solución: el pollo se transformaba en croquetas y la salsa en una tortilla de patata en salsa de morirse e ir al paraíso sólo con probarla.

Esa era la pepitoria de mi abuela... un manjar... y esos mis recuerdos... y los de todos.
Años después y yo ya cocineando por mi cuenta decidí una Navidad probar a hacer yo... la llamé y aunque a ella no se le daba bien explicar recetas... "Ay Pompos... pues es ir haciendo... ¡¡y todo a fuego bajo!! Ya sabes"...y yo que no sabía nada.... el primer intento, ejem... fue un atentado contra el pobre pollo.
Conclusión, los Reyes Magos, que todo lo saben, y más si mi abuela les cotillea, dejaron esa Navidad en mi zapato la obra maestra de otra señora con todas la letras a la que quiero parecerme algún día... si señoras y señores... La Marquesa de Parabere.

Su libro de "La cocina completa" aunque en muchos aspectos es más un tratado de historia que una "enciclopedia culinaria" como él mismo se define la verdad es que tiene esas recetas de toda la vida que salen igual, igual que las de nuestras abuelas...
En mi caso, jejeje... nada más desenvolverlo lo primero que busqué fue el pollo en pepitoria... ¡¡claro que sí!! Y ahí estaba... explicado tal y como lo hacía mi abuela (ejem.... pichi-pichá), con los mismos ingredientes y pasos...
Recuerdo esos Reyes especialmente por la tarde tan divertida que pasé con mi abuela, ojeando recetas, contando anécdotas y compartiendo... eso era la mejor... con mi abuela era compartir, el tiempo en realidad... y ahora, como Almu y yo decimos, aunque en ese entonces, con 15, 16 años pasar mucho tiempo con mis abuelos era un pestiño hoy encierran miles de recuerdos que atesoramos con muchísimo cariño.

Así que esta receta familiar... receta de reyes y receta de la gran Parabere es mi regalo para las Chachas, que estoy segura entienden perfectamente esas ganas mías por compartir con ellas esta receta.

Receta de pollo en pepitoria.
Ingredientes para 6 personas:
- 1 pollo hermosito troceado (a mí me gusta que conserve todos sus trozos y huesos... luego a unos les gusta más una parte que otra... también he probado a hacerlo con sólo pechugas... pero no sale igual, yo aviso).
- 4 cucharadas de harina
- Sal y pimienta
- Aceite de oliva
- 1 cebolla picada
- 1 punta de jamón en taquitos
- 1 vaso de vino de Jerez (o un blanco que tengáis por casa para cocinar)
- 1 hoja de laurel
- 2 dientes de ajo
- 3 cucharadas de almendras picadas, o un puñado crudas que luego trituraremos
- Un puñado de perejíl
- Un pellizco de hebras de azafrán
- 2 huevos cocidos
- Caldo de pollo
- 1 cucharadita de maicena

Modo de hacerlo:
1. Comenzamos limpiando bien el pollo, quitando cualquier pluma o feíllo que quede por ahí.
2. Una vez limpio lo salpimentamos y enharinamos ligeramente.
3. Ponemos una sartén al fuego con un dedo de aceite en ella.
4. Cuando el aceite esté caliente vamos friendo en tandas el pollo... mejor que no lo apelotonéis o tardará más en freirse, el pollo absorberá más aceite y se hará peor.
5. Conforme lo vayamos sacando lo trasladamos a un plato con una servilleta absorvente.


6. Mientras se fríe el pollo picamos bien menudo la cebolla.
7. En una olla grandecita (donde haremos toda la preparación) ponemos un par de cucharadas de aceite, y una vez caliente sofreímos en ella dos dientes de ajo laminados. Una vez fritos sacamos y reservamos en un plato.
8. Añadimos a ese aceite la cebolla y pochamos.
9. Con el pollo ya frito y la cebolla pochándose pasamos a trocear en taquitos el jamón.
10. También ponemos a cocer dos huevos y a calentar 1 litro de caldo de pollo más o menos.
11. Una vez la cebolla bien pochada añadimos el pollo frito a la olla, removemos un par de veces y añadimos los taquitos de jamón. Dejamos que se integren bien durante tres minutos.
12. Pasado ese tiempo añadimos el vaso de vino, dejamos que se consuma el alcohol y que el líquido reduzca a la mitad, momento en que añadimos caldo hasta cubrir bien el pollo. En ese momento sazonamos y añadimos la hoja de laurel.


13. Ahora preparamos la picada. Para ello vamos incorporando al vaso de la batidora lo siguiente: el perejil un poco troceado, las almendras molidas... o enteras que se muelen ahora, las hebras de azafrán, los ajos previamente sofreídos y las dos yemas de los huevos cocidos (reservamos las claras para decorar al final). A la mezcla le añadimos un cacito de caldo del guiso y trituramos muy bien.
14. Se lo añadimos al guiso, removemos todo, tapamos la olla y dejamos cocer más o menos 1 hora.... hasta que el pollo esté bien tiernito.


15. Pasada la hora sacamos el pollo y los tacos de jamón y dejamos sólo la salsa... probamos de sabor, corregimos si hiciera falta y para que quede bien ligada y espesita añadimos a la salsa una cucharadita de maicena (esto es opcional, ¡¡eh!!) y removemos sin parar con unas barillas hasta que esté plenamente disuelta e integrada.


Servimos todo en una fuente, el pollo con su salsa espesa decorado con los taquitos de jamón, las claras cocidas en trocitos y más perejíl picado.
Como siempre, estos guisos ganan de un día para otro... o al menos con unas horas para que se asienten y se mezclen los sabores... y por supuesto servidos con unas patatas fritas o panaderas y mucho pan... y bueno... un vasito de vino tinto... que esta es una comida de siesta obligada, jejeje...

Como habréis visto es sencillo y fácil de hacer, es súper rico para niños y mayores y plato de domingo
donde los haya... aún estáis a tiempo antes de que lleguen los calores de probar esta receta de mi familia.
Con esto por hoy me despido... espero que todo vaya bien con el concurso... ¡¡y con la peluquería!!
Un besuco grande... ¡¡y empezar bien el fin de semana!!
Mil besos, Luz.

Comentarios

  1. Muchas gracias por este pollo en pepitoria que, con permiso de tu abuelo, estamos disfrutando todos. Preciosa entrada, bien explicada, además de entrañable y simpatiquísima. Estamos encantadas de tenerte entre nuestras participantes, ojalá tengas mucha suerte.
    Un abrazo de las chicas de Cocinando con las Chachas.

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    1. A vosotras chicas!!! Me ha encantado participar en vuestro concurso... y espero que haya mucha suerte, jejeje...
      Me alegro de que os haya gustado... un besazo grande, Luz.

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